VOF Week 3: (La desnudez como cultura)

Una de las mayores dificultades a la hora de configurar el propio blog es la de seleccionar los datos que uno desea hacer públicos. Al menos en mi país, la adscripción ideológica no está muy bien vista y entre los jóvenes se ha extendido como respuesta estándar contestar a la pregunta de "¿qué te parece tal o cuál partido?" con el siempre socorrido "yo soy apolítico". Habitualmente esa declaración de intenciones suele ocultar a un votante conservador, de los que también se confiesan "independientes".
De esa manera participar en la red con una identificación política determinada supone en muchos casos arrastrar toda una serie de prejuicios: no se puede ser de mujer y de izquierdas sin ir desastrada, no se puede ser mujer y progresista sin tener una orientación sexual cuestionable o ser claramente tildada de lesbiana y no se puede ser progre y guapa, porque la belleza parece estar reservada a las mujeres de derechas que tiempo tienen para cuidar su aspecto y no su intelecto, según parecen decir con sus alegatos.
Eso provoca que cuando surgen personalidades en el mundo de la política como la ministra de Igualdad, joven, andaluza y con una vocación política firme, lo primero que se cuestione sea su sexualidad o que cuando las ministras del primer gobierno de Zapatero posaron para una revista, lo más comentado fueran sus trajes y no las políticas de progresía en materia de igualdad que se pudiera esperar de ellas. Y ahora, que acabamos de confirmar que, tras el cambio de gobierno, éste vuelve a apostar por dar voz a las mujeres, contradiciendo a Berlusconi que tachó de "rosa" el primero de la legislatura anterior, no se valoran las trayectorias políticas de las responsables de las carteras de Cultura o Economía, sino sus méritos estéticos.
Todo eso hace que darse de alta en la red, siendo española sea más una declaración de principios que un mero trámite: internet sigue estando mayoritariamente copada por los internautas de derechas y es tiempo ya de declarar con rotundidad que la libertad en la red es de todos.