Es demasiada tibia



Y más húmedo que tibio. Es mi Chocó amado. Siento su palpitar en mi corazón y ruge como si fuera el fin del mundo. En cada ola está mi espíritu como brincando de emoción. siento la plenitud de poder volver lo que pensé que no volvería a ver…No sé porque me creí esa realidad cuando en realidad era esta otra. Amo con cada una de mis células este paraíso perdido. La brisa tibia que acicala a cada palmera. Los cocos que me embriagan cada día en los más deliciosos manjares.



Es demasiado tibia la playa. Miles de cangrejitos de colores naranjados caminan a millón por la playa y corren tratándose e escapar de quienes os persiguen para ser su manjar. Yo tan solo los observo así como observo a las aves, los pelícanos, las gaviotas, ese gavilán que le avisa a otros de su próxima cacería. Tal vez al caer la noche.





Es demasiado tibia esta hamaca en la que me mezo por primera vez en esta casa de una gran amiga que me abre las puertas de su hermoso espacio mientras yo reorganizo el mío. No hay prisa. Tengo tiempo. Tener tiempo se ha convertido por estos días en un lujo. Y así es. Tengo tiempo. Porque le perdí el temor a no tener otras cosas que se compran con mi tiempo y entonces mi trasegar por esta vida adquiere otra dimensión. Una nueva.



Veo el mar azul y siento una gratitud profunda.Porque para que esté aquí todo el universo conspira. Todo.





Es demasiado tibia y demasiada bella mi vida. La atesoro. La valoro. La quiero demasiado.





Es demasiado tibia mi vida. Porque así la escogí…

Like this story?
Join World Pulse now to read more inspiring stories and connect with women speaking out across the globe!
Leave a supportive comment to encourage this author
Tell your own story
Explore more stories on topics you care about