Sueños Después de la Pesadilla



Un sueño, por definición, se convierte en pesadilla cuando todo va mal. Así nos ha pasado con el gobierno izquierdista en Bolivia. Hemos soñado que era el que nos iba a hacer bien a la mayoría. Durante los primeros tres años, no dijimos nada, todos asustados por el enorme poderío de Evo Morales.



El cuarto año, el sueño ya era una pesadilla, y para el 26 de diciembre de 2010, la pesadilla tomó su peor forma: un gasolinazo que destruía al pueblo. Nos dan palmaditas en la espalda diciendo que todo está maravilloso, que el país crece a rabiar y que no tenemos porqué preocuparnos. Tantos millones en propaganda para hacernos soñar que no estamos en la pesadilla… no han podido contra lo vacíos que están nuestros bolsillos, o contra la pauperización de las ciudades, de los pueblos, de los autos, de nuestras vidas…



La pesadilla en que se ha convertido el país está más clara cuando sabemos, por informes de la ONU (a pesar de ser afín al gobierno), que nuestra alimentación tiene menos proteínas que hace 6 años (ya lo sabíamos quienes vamos al mercado), que los jóvenes consiguen trabajos de tercera clase, sin seguro, sin contrato más allá de 3 meses, sin posibilidad de progreso, y sin AFP. Pero todos están empleados. Subempleados. No cuenta esa pesadilla para el gobierno, que paga cada vez menos, cada vez peor, y acapara cada vez más trabajos.



Entrar en los micros es cada vez más alucinante. Ves la pobreza hecha carne. Los asientos están raídos, los vehículos viejos, y la gente que entra allá, está cada vez más flaca. Se nota la pérdida de peso en las mujeres en edad fértil, con marcada focalización en las que crían bebés. Se nota en las zapatillas viejitas de los niños y los muchachos, que son dignos y trabajan duro, pero no pueden comprarse zapatillas nuevas. Se nota en la cantidad de gente que va al mercado y sale con una bolsa pequeña de alimentos, con lo mínimo posible para el consumo semanal.



Pero donde más se nota es en la pauperización del ahorro, y por supuesto, de las ciudades. Nadie ya pinta sus casas. Nadie tiene plata ni tiempo para hacerlo. Y el ahorro, ese que antes podíamos hacer en moneda fuerte, gracias al gobierno perdió su valor. Quien ahorró mil dólares, antes tenía Bs.8.100, ahora tiene apenas Bs.6.900, con suerte. Solo quienes se compraron lotes o casitas subieron en patrimonio, pero… no se comen los ladrillos, no ve? Tengo amigos que han vendido sus casas para aumentar a su comida, y ahora viven en anticrético, pero no hay mucho anticrético tampoco hoy por hoy.



La pauperización de las ciudades tiene su mejor cara en la cantidad de robos, atracos, asaltos a mano armada, asesinatos, secuestros, borrachos y mendigos en las calles. Si lo que dice el ministro Arce de que estamos viviendo en abundancia es verdad, ¿porqué han aumentado tanto los delitos?¿ No será que los jóvenes están sin trabajo y desesperados? La gente vive a diario estas pesadillas.



Hoy se aumenta lo del impuestogasolinazo, para la clase media que tiene auto y paga impuestos. Esta impuestazo, sumado al impuesto que pretenden imponer al ingreso, más la ley de extinción de dominio a favor del estado, son parte de la pesadilla que vivimos, pero que no se muestra en los medios de comunicación.



Es que el Mas había comprado 148 de las 325 televisoras del país, y con las cadenas ATB, UNO y PAT cooptadas, más los medios antiguamente estatales, tienen mucho más de la mitad de medios en TV. En radio es mucho peor. Claramente nos están bombardeando con propaganda de lo bien que vivimos, aunque la pesadilla la vivamos cada día. Basta! Basta! Basta! Grita algo dentro de mi ser.



Pensaba que era la única que veía la pauperización, la pesadilla. Pero no. Somos millones los que vivimos así. Por eso hemos votado NULO. Por eso, a mis compatriotas que comparten estas penas, quiero decirles hoy que todas las pesadillas tienen un final. Entre todas y todos, calladamente, pero con toda seguridad, tenemos que trabajar mejor, pensar mejor, hacer mejores cosas para que no nos arrebaten nuestros sueños, nuestras vidas.



Vamos a crear, y crearnos, una nueva Vida. Vamos a caminar juntos para acabar con la pesadilla y comenzar a vivir como merecemos, como sabemos que podemos. Ya no nos la charlan amigos. Ya no les creemos. El pueblo entero les ha anulado su desgobierno, y ahora nos preparamos para decirles, clarito, que BASTA de tanta pesadilla.



Pero ¿cómo se lo diremos? De miles de formas creativas. Piensa, conversa, conéctate, y pon en tu vocabulario las palabras No Violencia y Voto arrasador. Piensa en cómo vamos a exigir a nuestros políticos de oposición que se unan, que hagan primarias, y que nos muestren su trabajo para que conversemos de frente sobre lo que nosotros queremos, y lo que ellos piensan que pueden hacer.



No vamos a dejar que nadie más nos siembre nabos en las espaldas y encima, se los coma! Ya no MAS. Vamos a despertar de la pesadilla, y comenzar nuestro sueño de hacer un país decente, con trabajo decente, con vidas decentes para los más jóvenes, pero sobre todo, con futuros decentes para la gente que tanto lo merece. Somos Muchos. Somos Buenos. Somos Bolivianos. Y no nos dejamos carambas!

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