EL PERIODISTA, UN TESTIGO DE EXCEPCIÓN

EL periodista es un testigo de excepción del diario acontecer de una sociedad, es un comunicador, un observador que atrapa la realidad cotidiana y la vuelca en noticias. Registra, documenta,analiza, observa los hechos y sucesos y los transmite, los convierte en noticias. Logra, así, un registro histórico del diario vivir de una sociedad en lo político, económico, cultural, social, cotidiano. Casí que podría decirse que es el periodista un observador, ojalá imparcial, de la rápida y vertiginosa dinámica de una comunidad en todos sus ordenes y niveles. Así capta, registra, informa, comunica, de tal manera que está con su oficio documentando, registrando, atrapando, conservando, la tradición oral, ese voz a voz de una comunidad, es el gramófono, portavoz, altoparlante, es la lente que atrapa los sucesos que se suceden en el diario vivir y que gracias al trabajo del periodista se rescatan del olvido. Los registra, así, en un periódico local, en una noticia, en una revista. Recoge las opiniones de personalidades, políticos, artistas, ejecutores y las atrapa, y al volcarlas en una hoja de papel, en un medio de comunicación, las salva de la extinción, las arrebata al olvido y las convierte en espacios noticiosos, entrevistas, reportajes, columnas de opinión, editoriales...

Abre espacios de reflexión y propicia el intercambio de opiniones alrededor de un tema. Su ojo educado le permite ver y captar lo que otros no ven y vuelca en palabras esa rápida dinámica de una sociedad. Por eso es tan importante el aporte del Periodismo en nuestra vida, porque registra toda el palpitar de una sociedad que de otra manera se perdería en la bruma del tiempo, en el vertiginoso correr del tiempo. Su lente atrapa esa realidad, la detiene, para contarla a los demás y abrir, así, espacios de reflexión.

En las catástrofes naturales no solamente informa, avisa del peligro, propicia la colaboración de todos, fomenta la solidaridad. Por esto a un periodista deben animarlo nobles ideales, su juicio debe ser veraz, equilibrado, justo y certero... puro ha de ser su corazón. Es un mensajero de buena fé que debe tener la transparencia de aquellas palomas mensajeras que en tiempos antiguos llevaban las noticias a sitios remotos...ese debe ser su código de honor, su sentido ético, para que en verdad aporte en la búsqueda de un mundo mejor.