ANÉCDOTAS DE CARMEN JULIA ROMERO BORRAY



LA HISTORIA DEL TORO DE RAZA HOLSTEIN



-”Doctora Carmen Julia, permítame darle un abrazo, pues la raza ganadera de esta región es la mejor de Colombia gracias a sus mujeres campesinas.”


Fueron palabras de un habitante de la vereda.



….” Ocurrió en Pailitas. Allí entrenábamos a un grupo de mujeres campesinas, cuenta Carmen Julia Romero. Ellas decidieron comprar un toro de raza Holstein para su Proyecto ganadero. Al solicitar la aprobación , los hombres de la vereda intentaron disuadirlas, para que compraran un toro de otra raza , pero ellas respondieron:



-” no doctor, queremos el torito Holstein”.



Así iniciaron el trámite de importación del animal. Mientras llegaba, prepararon su albergue. Limpiaron el terreno, alzaron las cercas, organizaron el establo y todo quedó listo para recibirlo.
Llegó el día tan esperado y todas las mujeres jubilosas recibieron al toro.



Pasaron los días y éste no se levantaba del piso. Hubo revuelo de mujeres a su alrededor. ¿Qué pasaba con el animal? Llamaron a Carmen Julia. Recuerda que las mujeres habían establecido turnos para cuidarlo. Lo lavaban, lo limpiaban, le daban de comer en la mano, y no lo desamparaban ni de dia ni de noche.



Era un clima muy caliente, a 45° a la sombra y nada hacía mover al animal. Así estuvieron estas mujeres durante tres meses luchando al pie del toro.... hasta que de repente un día, sin previo aviso el toro se levantó. Y fue toda una algarabía.



¡No hay nada imposible para un grupo de mujeres!



LA ANÉCDOTA DEL ALAMBRE



Cuenta también que dentro de este mismo Programa se les perdió un día a este grupo de mujeres un alambre que tenían para cercar un terreno. Investigando qué había pasado, se enteraron que uno de los maridos del grupo de mujeres se había robado este alambre.



Se reunieron las mujeres y pusieron manos a la obra. Una de las mujeres se acercó al Despacho del señor Alcalde y le dijo, “Señor Alcalde, présteme un policía por favor”... a regañadientes el Señor Alcalde tuvo que acceder a esta petición y fue así como la seleccionada, la señora Rosita, acompañada por el Policía, tocó a la puerta de la casa donde se ocultaba el malhechor. -”Señor, vengo por el alambrito que tiene escondido debajo de la cama”....ante la presencia de la autoridad, este personaje no tuvo otra opción que entregar su botín y tuvo que ir a responder ante el Despacho del señor Alcalde por su mala acción. -



Los recuerdos de Carmen Julia son alegres y vívidos!. Y así concluyó con una sonrisa ...” es que... cuántas cosas puede lograr una mujer!



… con mujeres así, este país se salva, dijo hoy Carmen Julia..



LA ANÉCDOTA DEL ITALIANO



Así desde su Oficina en Bogotá, Carmen Julia era la encargada de revisar y darle el visto bueno a los Proyectos que tuvieran que ver con las mujeres.



-"Había muchos hombres que se aprovechaban de las mujeres y venían aquí a hablar por ellas, pero yo siempre les decía, que ellas mismas vengan aquí a hablar. Que vengan las mujeres."



Recuerda la anécdota del italiano. “Trajeron un italiano dizque para que les enseñara a las mujeres a sembrar espárragos. -Espárragos? Preguntó Carmen Julia, si ellos son expertos es en hacer carteras y zapatos! respondió Carmen Julia. …



A este señor le habían aprobado un crédito para ese Proyecto con mujeres y regresaba al instituto para que le autorizaran más crédito. Los funcionarios lo enviaron a donde Carmen Julia. -”Pase por favor a la Oficina de la Señora Carmen Julia”, le respondieron



-Vengo a que me ponga el visto bueno para este crédito para las mujeres de este Proyecto, le dijo el italiano.



-Ah. Si? Dijo Carmen Julia y dónde están las mujeres? Es que el crédito se les da es a las mujeres. Que vengan ellas mismas personalmente.



Y nole aprobó el crédito.



Como estas son muchas las anécdotas que Carmen Julia conserva en su memoria, frescas como si se tratara de ayer. Y en su relato al final de cada anécdota añade un comentario serio sobre la pertinencia del programa, o la dificultad que enfrentaron las mujeres, o los obstáculos y barreras que fue necesario derrumbar para lograr la inserción de la mujer campesina.



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