Hay quienes si saben



Y lo saben porque de verdad lo llevan bien adentro. Es como un brillo que los ilumina cada día y les recuerda quienes son, qué quieren y por qué están acá.



Hay otros que simplemente se dejan llevar. Viven sin razón, sin saber, sin ilusiones y la vida se les va volviendo una monotonía constante, una extraña sensación de estar vivos cuando en realidad hace mucho y ellos mismos lo saben están muertos.





Hay quienes si saben y siento el privilegio de durante casi toda mi vida sentir esa chispa. Es como una semilla que siento crecer. Como un granito de arena que protejo y cuido. Como una lucesita que me ilumina siempre. Sin importar qué suceda a mi alrededor ella siempre está ahí. En su sitio. Centrada. La siento y hay noches en que la veo.





Hay quienes si saben y porque lo sé es que tengo la certeza de qué es lo correcto. Al menos para mi y esa luz que llevo dentro y que es mi guía. Es ella la que cuando tomo una decisión que no es correcta comienza a apagarse y chispea como diciéndome ey ¿me vas a dejar a pagar? Y ahí corrijo el rumbo. Hace destellos como una vela cuando hay mucho viento, pero ahí me detengo y le pongo mis manos cerca al corazón y reflexiono de dónde viene el viento y por qué ella se va a apagar.





Hay quienes si saben y somos privilegiados. Saberlo es tener una ilusión permanente. Y son las ilusiones, los sueños, los deseos los que nos mantienen vivos, llenos de ganas, de fuerza, de voluntad, de disciplina. Cuando perdemos alguno de ellos es que hay que revisar. Revisarnos. Detenernos. Poner las manos en el corazón y buscar esa llama, ese fuego, esa luz. Aún no le pongo nombre y respeto profundamente a quienes lo hacen y a quienes no. Este viaje de la vida es individual y encuentro maravilloso que cada persona encuentre el camino de su propia vida a su propio ritmo. No hay forma de obligar, no hay forma de obedecer sin que haya una certeza. Siendo niños somos dirigidos y pocas veces es de la mejor forma.





Hay quienes si saben y muchas veces lo pierden, lo perdemos. Hace poco lo perdí y ayer de repente sentada en una hamaca vi esa lucesita prenderse de repente. Hubo un soplo, sentí el viento y tuve la claridad que llevaba meses buscando. La había perdido. Soy sensible. Hacer aquello que no siento me hace morir lentamente. Esto que hoy hago es quien soy, quien seré, lo que me define y me hace estremecer hasta perder el aliento. Es escribiendo y registrando lo que más fibras de todo mi ser muevo. No hay pierde. No hay nada que me logre cautivar mas que esto y es por esto que jamás volveré a dejarlo con la pasión que lo hago. Porque lo hago y siento. Siento que estoy viva, Siento que puedo y es verdad. Siento que soy y si soy.





Hay quienes sabemos y quienes somos tenemos una gran responsabilidad de permanecer, de estar, de ser y de continuar. De no desistir. De recordar y de recordarle a otros. Permanentemente le recuerdo a mi semilla, a mi pequeño, y siempre sin importar de qué se trate sólo le digo, ¿qué te dice el corazón? Haz eso, siempre toma el camino que tenga más corazón porque donde esté él te sentirás acompañado.

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