Es mi fortuna



Mi mayor tesoro. Mi mayor fortuna sin duda y perderla sería desastroso. Fue así cuando sentí lo que sentía aquel hombre paralizado por completo y sin poder mover ni su lengua que comprendí lo poderosa que es nuestra mente. Somos un espíritu que a través de nuestra mente envuelto en nuestro cuerpo hacemos de nuestra vida lo que deseamos. Lo que queremos.





Por eso es mi fortuna. Mi salud es mi fortuna y la de todos. La del cuerpo, la del alma, la del espíritu. Para mi hay tres clases y las tres se deben mantener alineadas o sino choplom. Para algún lado te vas porque te vas. Recuerdo muy al principio de mi crisis que algunos amigos dudaron de mi y ya no son mis amigos. Eso es lo bueno. O primos inclusive. No por mi decisión sino por ellos. Todo fue un invento de mi mente y fue como si ellos supieran que eso podía ser posible entonces mejor no estar cerca. Y lo mismo pasa con la salud física o espiritual. Son ese filtro maravilloso en doble vía. Y yo lo recibí.





Es mi fortuna y la de todos. A través de todos los tiempos y por los siglos de los siglos. Las crisis son un filtro poderosísimo. Para los individuos, las comunidades, los países, para todas las especies, para la naturaleza misma, para el planeta entero. Porque o cambia lo que haya que cambiar o tenga. Yo lo agradezco hoy profundamente. Total. Me metí a un túnel sin salida de para atrás. Y para adelante era como uno volteándose toda. Y ya comprendí porque la gente vive con miedo. Y ya comprendí porque la gente vive sin esperanza. Y porque viven sin fe. Y porque viven sumidos en un sistema disfuncional.





Es mi fortuna. Porque estoy completa y oigo y veo y siento y hoy mi hijo está en casa y eso es un regalo. Este bosque me abraza. Los amigos verdaderos llaman. Los amigos del chocó son únicos. Pasamos momentos increíblemente fuertes juntos. Es un maravillosos lugar que añoro. Así como cuando no estoy aquí. Deseo estar en mi hamaca. Y dejarme abrazar por la magia milenaria de este bosque de robles que es donde dicen que ocurre la magia desde tiempos de Merlín. Y yo con uno en casa. Yo si decía. Que muchas de las cosas que pasan en este bosque no es que sean muy normales.





Es mi fortuna. Y así lo acepto y decido coger nuevamente toda la fuerza necesaria para seguir y continuar y poder cada mañana hacer lo que quiero. Escribir una de ellas. La principal. Pero cuidar un rosal otra. Porque misteriosamente a través de verlo veo la vida. Veo la verdad en él. La verdad es el pilar fundamental de todo lo que hacemos. Sin ella estamos perdidos. Y yo la decido como el camino para mi vida. Con la verdad de la mano de uno no hay pierde. Llegas preciso, en el momento justo, en la hora indicada. Sin lugar a dudas.





Es mi fortuna. Y saberlo me hace tener esperanza. Porque aquella mesa en frente de ese mar pacífico en donde puedo ver la ventana de una pequeña oficina para escribir mis más bellos versos me espera con tanto anhelo como yo. Porque esas ballenas que hacen ensoñarlas y soñarlas y vienen en camino y yo por alguna misteriosa razón las siento al lado de mi piel.





Es mi fortuna. Un regalo maravilloso de la vida. De ese Dios que tenemos adentro de nosotros y que es una energía todopoderosa que nos hace lo que somos. Es mi fortuna…saber que nos puede hablar. A mi me habló claritico. No sólo con mi enfermedad sino con los hechos, con ese apretao de manos que jamás olvidaré porque me tomó tan fuerte que supe con certeza que era él. Y eso me hace sentir que sos ademas una afortunada. Pude verlo. Pude saber que está en nuestro interior y que viene cuando más lo necesitamos y que nos habla en ese idioma antiguo que está más allá que las palabras. Una lengua en donde no es necesario sino el pensamiento porque Dios nos habla es en el lenguaje más antiguo. Ese que comprendemos todos.

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