Mi La Paz del Alma

Largos años que no estaba en el desfile de teas de La Paz. Anoche, vi cuánto ha cambiado mi La Paz del alma. Es que no es cosa fácil volver a verte hermosa ciudad, y encontrar cómo te ha ido sin mí, y sin los tantos miles de paceños que nos hemos ido a vivir a otros lugares.

Anoche me sirvió para reconocer que siempre te he necesitado. Que siempre te he tenido dentro de cada hebra de mis cabellos, en los que tu rojo y verde se mantiene intacto, aunque sea invisible a los ojos no conocedores.

Anoche he visto porqué los paceños somos así, tan poco regionalistas. Es que sentimos que la patria es de todos y para todos. Es que hemos comprendido que no hay enemigos, ni en Bolivia, ni en el mundo, sino gente que si la amamos, nos complementa.

No habían miles de banderas rojo y verde. Apenas algunas. Había cientos de miles de banderas tricolores. Si. Es que el paceño no se entiende sino a través de su bolivianidad, y de su americanidad, porque le dimos forma, un 16 de julio de 1809, al primer grito libertario de América que se dio en Chuquisaca. Nuestro ilustre Pedro Domingo Murillo, realmente encendió la llama de la libertad que nunca muere.

Por eso no entiendo que les ha pasado a mis hermanos de la tierra bella paceña, para aceptar durante nueve años una dictadura que los hace arrodillar, que los estremece en sus principios de libertad, y que encima les miente diciéndoles que merecen lo poco, las migajas, que les ha dejado esta revolución socialista.

Anoche sin embargo, también me sirvió para reconocer que mis hermanos de tierra ya se han dado cuenta del engaño. Los silbidos al alcalde y a los ministros, lo dijeron todo. Eso no saldrá en las noticias, porque los periodistas paceños prefieren callar por si las moscas.

Es que es difícil no sentirse atemorizado en un régimen que encuentra cualquier pequeño error, para convertirlo en un delito si eres opositor. Sin embargo, está latente la bondad del paceño. Cada periodista acallado, sabe en su corazón cuál es la verdad. Sabe lo que tiene que hacer. Cada uno de los miles de empleados públicos que anoche desfilaron, saben que esto no puede seguir así. No desfiló ninguna empresa productiva, porque no hay. Solo desfilaban los que son contratados y pagados con nuestros impuestos. Y ellos, se saben culpables del descalabro de la justicia y de la corrupción. Por eso callan. Por eso anoche ni siquiera cantaban himnos.

Callados desfilaron los empleados públicos, y sólo algunos se atrevieron a desafiar al mazismo cantando incluso a la cholita paceña. Lejos, muy lejos de lo que hubiera querido el presidente, no habían whipalas. Alguna que otra, y nada mas.

Y los aplausos a Samuel y a Tuto, lo dijeron todo. El descontento aquí es general. Ya nadie canta loas mazistas, y ya nadie admite que le laven el cerebro los socialistas del siglo XXI. Adelante mis valiente hermanos. Nosotros, los paceños, tanto aquí como en el resto del país, tenemos un destino: Somos la tumba de los tiranos.

Así, este festejo juliano sabe distinto. No me banco esa mentira de que en La Paz hay menos paceños. Anoche vi un desfile y una verbena con más gente de la que nunca vi en la vida. Y no había un solo policía para mantener el orden, pero los paceños admirables, solos nos ordenábamos. Estaba tan lleno que es imposible que seamos menos que antes.

No me banco esa mentira de que los paceños nos vamos a callar esta vez. Anoche vi, clarito, que los paceñost_2014-07-15_53 estamos listos, para recuperar nuestra preciosa libertad. Viva La Paz! Y sin el MAS!

English translation by community member lmortiz

My Dear La Paz

Many years since I have been at the teas parade of La Paz. Last night, I saw how much my dear La Paz has changed. It is not an easy task to see you again my pretty city, and find out how you have been doing without me, and without the so many thousands of “paceños” (people from La Paz) that have moved out to live in other places.

Last night helped me realize that I have always needed you. That I have always have you inside each strand of my hair, in what your red and green remains intact, even if it is invisible to the eyes of the unknowledgeable.

Last night I saw why the “paceños” are like this, so little regionalists. It is that we feel that the country is ours and for all. It is that we have comprehended that there are no enemies, neither in Bolivia, nor in the world, but people that if we love them, complement us.

There were not a thousand red and green flags. Only some. There were hundreds of thousands tricolor flags. Yes. The “paceño” cannot understand him/herself but only through his/her Bolivianism, and his/her Americanism, because we shaped it up, on July 16, 1809, at the first libertarian cry of America that took place in Chuquisaca. Our illustrious Pedro Domingo Murillo, really fired up the liberty flame that never dies.

That is the reason why I do not understand what has happened to my brothers of the beautiful “paceña” land, to accept during nine years a dictatorship that makes them get on their knees, that shakes their liberty principles, and that on top of that lies to them telling them that they deserve so little, the crumbs, that this socialist revolution has left for them.

On the other hand, last night, it also helped me realized that my country brothers have already noticed the lie. The whistles for the mayor and the ministers, said it all. That will not be in the news, because the “paceños” journalists prefer to be quiet just in case.

It is difficult to not feel fear at a regimen that finds every single small error, to turn it into a crime if you are the opposition. However, the goodness of the “paceño” is latent. Each shut down journalist knows in his/her heart which is the truth. He/she knows that he/she has to do. Each one of the thousands of public employees that paraded last night, know that this cannot continue like this. No productive company paraded, because there is none. Only those that are hired and paid with our taxes paraded. And they are known culprits of the collapse of the justice and of the corruption. That is why they keep quiet. That is why last night they did not even sing hymns.

The public employees paraded quietly, and only some had the courage to defy the mazismo singing even the “cholita paceña”. Far, very far away of what they president would have liked, there were no “whipalas”. Some other and nothing more.

And the claps to Samuel and Tuto, said it all. The unhappiness here is general. Nobody sings the mazistas anymore, and nobody ever admits that the socialist of the XXI century brain washes them. Go ahead, my brave brothers. We, the “paceños”, here like in the rest of the country, have a destiny: We are the tomb of the tyrants.

Like this, this July party tastes different. I do not believe that lie that in La Paz there are less “paceños”. Last night I saw a parade and a “verbena” with more people that I have ever seen in my life. And there was not even one policeman to keep control, but the admirable “paceños”, alone we controlled ourselves. It was so full that it is impossible that we are less than before.

I do not believe that lie that the “paceños” will shut down this time. Last night I saw, clearly, that the “paceños” t_2014-07-15_53 are ready, to recover our precious freedom. Hooray La Paz! And without him MORE!