Devolver el tiempo



Cuantos quisiéramos eso….cuántos…para pedir perdón, para deshacer lo hecho, para olvidar, para lograr llegar a ese preciso instante en que todo cambió nuestras vidas. Cuántos quisiéramos volver atrás y hacer lo que entonces en el futuro creemos que es lo correcto. Porque todo duele. Y decidimos volver atrás para no causar daño. Para no sentir el peso del dolor que le hacemos a nuestro espíritu o que le ocasionamos a otros espíritus. A los cercanos. A los lejanos. Al nuestro. A quienes amamos y nos aman. A quienes no nos aman y ni siquiera conocemos o nos conocen. A quienes nos conocen y no nos aman. A tantos….a tantos.



Devolver el tiempo.



Si pudiera devolver el tiempo ¿a dónde volvería? ¿aqué lugares? ¿aqué instantes? ¿acuáles? Y si pudiera,volvería a tantos... Regresaría a aquel día en que te vi partir padre en el velero a pescar. Volvería a aquella piscina en que me hundía jugando en tus brazos madre. Volvería a aquella noche en que nadaba sin parar teniendo apenas cuatro años y desde la distancia los veía a los dos alzando sus brazos para que fuera más rápido. Para que llegara. Para que lo lograra. Para que no parara. Nunca... Y volvería a aquel sábado. No volaría. Me quedaría en casa. No saldría con prisa de bailar para irme a Costa Rica. No. No lo haría. Me quedaría para abrazarte. Para besarte. Para decirte que escáparamos padre. Para decirte que te quedaban solo cuatro días con nosotros y que nos los gastáramos haciendo lo que más amábamos. Y te llevaría a nuestros lugares. Te llevaría al Calao. Te llevaría a tu palmera. Te llevaría a tu barco con vela de plástico. Te llevaría a ese río de mármol que nos mostraste siendo tan pequeños. Te entregaría tu caña de pescar y tus masas de chontaduro para que huyéramos. Para que nunca nos faltara nada. Te diría que corriéramos y nos metiéramos en esa selvas que conocías tanto. En ese mar inmenso que me hiciste amar tanto. Le pediría a los delfines que nos llevaran en su lomo hasta esa rayita en donde me decías que no terminaba el mar. Le pediría a los pelicanos que nos permitieran montarnos en ellos para llevarnos a esas formas en las nubes que nos hiciste buscar una y otra vez. Y vi caballitos de mar. Y vi libélulas. Y vi castillos en el aire que aún veo. Que aún busco...y te busco.



Y si pudiera regresaría hasta donde ti madre para pedirte perdón una y otra vez. Por lo que te haya ocasionado daño. Por lo que no te gustaba de mi. Por lo que nunca has amado de mi. Y lo cual ha ocasionado que yosea finalmente quien soy. Y así entonces poder desaparecer en este instante. Regresaría a ese momento en que nuestra relación se reventó. Y se deshizo en el tiempo. Por tantos años... Y agacharía mi cabeza y dejaría que me dijeras todo lo que fuera necesario. Todo lo que tenías que decirme...Todo. Y volvería a ese día en que partiste los muebles sin querer. Y pedías perdón una y otra vez. Y yo observaba desde la distancia con tanto temor. Con tanto…y te abrazaría... Y te alzaría. Y te sobaría. Y no permitiría que te hicieran daño. Y así no grabar ese instante en mi memoria ocasionando que yo repitiera unos años más tarde, la misma historia, dejando en mi hijo una huella similar. Imborrable. Lo siento hijo. Lo siento…



Si pudiera, devolvería el tiempo para borrar tantos instantes que me han ocasionado daño y que han ocasionado daño. Pero no puedo. Así fue y así iba a ser. Así es ahora. Y no hay vuelta atrás. Así me mareé pensandoen todos esos instantes. Así quiera regresar y borrarlos. Así quisiera y pudiera, porque ya ni quisiera regresar…



Porque siento que he llegado. Al lugar preciso. A este. A este único instante que tengo y que amo con todo. A este momento milagroso de mi vida en donde siento que todo la magia del mundo confluye y conspira para que yo sea capaz de pedir perdón. De pedirte perdón. De decirte lo siento. !Lo siento tanto!…por cuánto dolor hemos pasado... Cuánto sufrimiento hemos ocasionado... Todos. Siempre. A tantos. Y nos ocultamos en la realidad de que no hemos hecho nada. Nada. Y no es verdad. No. No es verdad y lo siento decirlo. Cada uno de nosotros es un ser complejo y lleva grabada en su piel la verdad de la historia de sus ancestros y la nuestra. Y eso nos define y nos hace ser quienes somos. Y peleamos con nuestra madre que también peleo con su madre y su madre con su madre y ella a la vez con su madre. Y también con su padre. Con sus padres. Y con los amores y desamores. Estamos cargados de historia invisible que nos toca y nos pertenece y soltarla es ese gran reto. Permitir que no continue haciéndonos daño parece casi imposible. Pero es preciso. ¿A quienes amaste Natalia, mi bisabuela con nombre de hoy? ¿A quienes hicieronsufrir por amor Adela y Clara y José, a quiénes? Qué sentiste abuelo cuánto tu finca fue quemada y tuviste que venir a este valle a vivir con tu hermosa esposa campesina y con tus 14 hijos?…En qué pensaste Clara y José de Jesús, cuándo nacía mi madre? ¿En qué pensaban cuándo dejaban Cocorná y el Santuario para bajarse a esa ciudad que parecía tan amable? ¿En qué?…



Devolver el tiempo. Imposible. Solo puedo viajar en el tiempo cuando regreso a lugares que me recuerdan el pasado. Cuando algunos olores llevan mi mente a ese lugar o a ese instante en el que estuve. En un bosque. Caminando por una quebrada. Y una flor me embriagaba y quedaba grabada en mi memoria para siempre. Quedaba grabada también en mi pielpara llevarme una y otra vez a esos lugares cuando fuera necesario. Y así hoy poder apelar a olores que me llevende vuelta atrás. A esa pinera. En busca de palitos. Para hacer un nido antiguo. Y así regresar a tomarte de la mano y claramente prepararnos. Para decirte al oído que todo estaría bien inclusive cuando no iba a estar bien. Para decirte que no existe la traición ni el olvido. Para decirte que la enfermedad es solo esa proyección que hacemos de algo que no existe. Para decirte en silencio y con una mirada que el dolor que te ocasionó aquella chica joven hace tan poco no era necesario que lo sintieras. Para abrazarte largo y danzar contigo en medio de la nieve en Maine para que verdaderamente supieras que ese camión negro con su letrero que decía ¨La vida es Magia¨ tenía toda la razón. Toda.



La vida es magia. Y solo depende de nosotros querer verla cuando ya casi no queremos ver nada. Visible o invisible. Nada. No queremos. Y así se nos muestre claramente decidimos por facilidad quedarnos ahí. Así duela. Así no nos permita ser. Así nuestro cuerpo nos haya hablado claramente. Así se nos haya erizado la piel dejándonos sin aliento. Así…así. Así no más.



Así hayamos llegado a ese instante en el que decididamente cambiábamos nuestra historia. Porque al final era así. Y así tenía que ser. Como dirigidos por algo mas grande. Porque ciertamente es así. Porque al hacerlo decidimos cómo vivir y cómo morir. Decidimos qué hacer con nuestro cuerpo y con nuestro espíritu. Y así nuestro espíritu nos hable en sueños y nos hable también el universo clarito con los hechos que modifican nuestra existencia, aún seguimos sin querer ver ni oír. Ni tocar ni sentir. Ni oler ni danzar. Ni abrazar. Ni seguir ni parar. Ni hablar cuando debemos callar. Ni callar cuando debemos hablar. Ni amar cuando debemos parar. Ni parar cuando debemos amar. Ni detenernos cuando aún estamos a tiempo de cruzar esa raya invisible en donde empieza tu vida y termina la mía.



Devolver el tiempo. Cuánto quisiéramos. Pero si lo hiciéramos, nada de lo que vemosahora existiría. Nada es nada. Ni este instante. Entonces no tiene sentido. No puedo regresar ya. Porque amo a mi hijo más que a mi propia vida. Más…Amo a mi madre más que a mi hijo porque sin ella mi vida no existiría. Y es a ella a quien le debo quien soy. Y a mi padre. Y amo a mi familia mas que a todo. Porque su historia de aquí para atrás permite mi existencia. Y la de mi hijo y de ahí para el frente de los que existirán. Y amo a mi nueva familia espiritual, porque siento que nos une algo más que la sangre. Nos une la libertady la verdad. La honestidad y la lealtad. Nos uneelsueñocomúnde perseguir una nueva forma de vivir. Una nueva. Completamente. Así se sacuda el mundo entero. Eso es lo que queremos. Con toda la fuerza de nuestras almas. Con toda. Y más…mucho más.



Devolver el tiempo. No podemos. No queremos. No quiero. Porque este instante es el que quiero.. Este. Sin dudarlo. Ni un solo instante. Porque estoy lista para asumir lo que hace parte del pasado y de este presente para continuar hacia el futuro. Sin miedo. Solo con amor.





Porque...





¨Hay solo dos maneras de ver la vida: una como si nada fuera un milagro y la otra como si todo fuera milagroso.¨





Albert Einstein



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